La expedición de Francisco de Miranda


 Francisco de Miranda en 1806 tuvo como finalidad iniciar a partir de Venezuela una serie de acciones destinadas a promover la independencia en América Hispana. Para desarrollar esta empresa, Miranda desembarcó en New York el 9 de noviembre 1805; procedente de Londres, entrevistándose con notables personajes.



El 19 de febrero de 1806 llegó Miranda al puerto de Jacmel (Haití), donde contaría con una ayuda ofrecida por Petión. Posteriormente, el 12 marzo de 1806 al levar anclas en dicho puerto, fue izado en el Leander el tricolor mirandino (amarillo, azul y rojo), el mismo que años después será declarado como la bandera nacional de Venezuela. Frente a este pabellón, juraron Miranda y sus hombres hacer libre a Hispanoamérica del yugo español. En Haití consiguió Miranda sus fuerzas expedicionarias con la adquisición de 2 goletas: Bacchus y Bee. Luego de esto, el 27 de marzo de 1806 zarpó la expedición y el 9 de abril llegó a Aruba para obtener agua y víveres. Por este tiempo, el embajador de España en los Estados Unidos, el marqués Casa-Irujo, informó al Gobierno de Venezuela acerca de las actividades de Miranda y de sus intenciones de desembarcar en las costas venezolanas. Informadas las autoridades de los planes de Miranda, refuerzan sus fortalezas, milicias y naves de guerra. El 27 de abril cuando la expedición se disponía a realizar un desembarco nocturno en las playas de Ocumare (Edo. Aragua), una serie de incidentes impidió la ejecución de esta operación y al amanecer del 28, los expedicionarios cayeron bajo la acción de 2 buques españoles, Argos y Ceres, mandados por el teniente de navío Agustín Blanco. Tras una breve refriega, las fuerzas de Blanco apresaron las 2 goletas de Miranda y tomó prisioneros a 60 de sus hombres, los cuales fueron trasladados a Puerto Cabello. Ante este revés, Miranda tomó la decisión de retirarse con el Leander a Bonaire, de donde pasó a Granada y luego a Barbados. En esta última isla estableció conversaciones con su gobernador el contralmirante Alejandro Cochrane, quien le garantizó auxilios y protección contra el ataque de las fuerzas españolas.
El 20 de junio de 1806 salió Miranda de Barbados rumbo a Trinidad con hombres y buques facilitados por Cochrane, desde donde zarpó a su vez entre el 23 y el 25 de julio del mismo año hacia Venezuela. En este nuevo intento de desembarco en territorio venezolano, contaba con 400 hombres, 5 bergantines, 3 cañoneras y 2 barcos desarmados. El 3 de agosto de 1806 desembarcaron en La Vela de Coro la primera y segunda divisiones, que apoyadas por el fuego de la artillería de los buques, tomando la fortaleza y baterías de dicho puerto. A esto siguió la ocupación de Coro, lo cual se efectuó el día 4 de agosto. En esta ciudad al igual que en La Vela de Coro, izó Miranda la bandera tricolor, solicitó la ayuda de Jamaica, Trinidad y Barbados y trató de ganar la   voluntad de los vecinos de Coro y pueblos cercanos, sin conseguirlo. Por tal motivo, ante la indiferencia de los habitantes de Coro y el bloqueo de todas las vías hacia la ciudad por parte de las autoridades realistas, Miranda finalmente tomó la decisión de abandonar el territorio venezolano el 13 de agosto del mismo año. En cuanto a los prisioneros tomados en la acción de Ocumare del 28 de abril, 10 fueron ahorcados el 21 de julio de 1806 en Puerto Cabello; mientras los demás fueron reducidos a prisión en varias fortalezas americanas. 





La Conspiración de Gual y España

Movimiento revolucionario organizado en La Guaira y Caracas en 1797, por Manuel Gual y José María España; puede ser considerado como uno de los antecedentes más cercanos de los sucesos del 19 de abril de 1810. En relación a sus máximos dirigentes, tenemos que el primero, guaireño, era militar retirado (capitán), hijo de un oficial que unos 50 años antes había defendido al puerto de La Guaira contra los ataques navales de los ingleses. El segundo desempeñaba el cargo de teniente de justicia de Macuto. En términos generales, se trató de un proyecto revolucionario igualitario, republicano y democrático, con proyección hacia el resto del continente. En la conjura participaron individuos de todas las clases sociales, exceptuando a los mantuanos. En tal sentido figuraron entre los conjurados comerciantes como Manuel Montesinos Rico; los abogados criollos Nicolás Ascanio y Luis Tomás Peraza; los ingenieros militares Patricio Ronán y Juan Lartigue de Condé (francés al servicio de la monarquía española); funcionarios de la Real Hacienda como Joaquín Sorondo, Juan José Mendiri, Martín Goinaga; y el párroco de La Guaira, Juan Agustín González. También formaron parte de la conspiración abogados y letrados, así como muchos artesanos, es decir: albañiles, zapateros, herreros; muchos sargentos, cabos y soldados, unos pardos y algunos blancos. En síntesis, se trataba de una rebelión de gente de lo que podía ser considerado como un sector medio, que pretendía hacer de la provincia de Venezuela una república democrática independiente.
En la conspiración de Gual y España desempeñaron un importante papel varios revolucionarios españoles que encabezados por el educador y escritor Juan Bautista Picornell, habían pertenecido a una logia masónica madrileña que había organizado en la capital de España un golpe de Estado que tenía como propósito derrocar el régimen monárquico e instaurar una República al estilo de la francesa. Este movimiento en el que también estaban implicados el profesor de matemáticas Sebastián Andrés y el de humanidades José Lax, así como el miembro del Real Colegio de Pajes, Manuel Cortés Campomanes, debía estallar el 3 de febrero de 1796, día de San Blas. Pero los mismos fueron delatados antes de lograr su objetivo siendo apresados, juzgados y condenados a muerte, pena que les fue conmutada por la del encierro en predios de América, gracias a la intervención del embajador de Francia. En diciembre de 1796 y a comienzos de 1797, los 4 conspiradores europeos fueron llegando al puerto de La Guaira, donde se les encerró en las bóvedas. Al poco tiempo Picornell y sus compañeros entraron en contacto con Gual y España, reforzando sus ideas revolucionarias. El movimiento que tuvo su foco en La Guaira desde donde se extendió rápidamente a Caracas; contó con un conjunto de documentos teóricos e instrucciones de carácter organizativo práctico. Inclusive se previeron cantos revolucionarios como la Carmañola americana, inspirada en su homónima francesa, y una canción americana surgida de la propia entraña del medio social, aunque con influencia de La Marsellesa.


Entre los meses de abril y junio de 1797 se realizaron diversas reuniones de los conjurados, en casa de España, en la de Ronán, en la de Mendiri. Gual quien no vivía en La Guaira, sino en Santa Lucía, asistía también a dichos encuentros, alojándose en casa del ingeniero Ronán. En una de las reuniones celebradas en casa de España, éste exhortó a los presentes a derramar su sangre por la patria si fuese preciso, a la vez que recibía su juramento de fidelidad y les exhortaba a guardar secreto. Los conspiradores se llamaban entre si "hermanos", expresión que funcionaba además como santo y seña para reconocerse. Asimismo, como símbolo de su movimiento crearon una escarapela de 4 colores (blanco, azul, amarillo y rojo), el cual representaba las 4 etnias que participaban en él: blancos, pardos, indios y negros. La primera acción llevada a cabo por los conspiradores fue la de organizar la fuga de los presos españoles que se encontraban en las         bóvedas del puerto de La Guaira, hecho que se efectuó el 4 de junio, con la complicidad de los carceleros

Rebelión de José Leonardo Chirinos

En Venezuela comienza la rebelión por el año 1795, con una sublevación de negros y mestizos de coro ellos proclaman la república, la libertad de los esclavos y la supresión a disminución de impuestos. pero fueron dominados enseguida y muchos muertos a la supresión o disminución de impuestos. 

Para 1795, la sociedad coriana se movía en medios intelectuales francamente capaces de discutir los acontecimientos históricos de la época, de tal modo que los Tellería, los Chirino, los Manzano y otros personajes de distinción, comentaban con frecuencia los sucesos e ideas revolucionarias. Los negros esclavos y libres se contagiaron de las palabras, y emocionados por el mensaje de redención que significaban - libertad, igualdad -, comenzaron a levantar los ánimos, alimentados en sus esperanzas por José Leonardo, quien decide encabezar una revuelta para imponer la ley de los franceses en realidad, para destruir a sus opresores, concretados en el amo Tellería, los representantes del fisco y el gobierno en general.

En Coro había logrado fama el negro José Caridad González, quien acaudillaba a los loangos, que constituían un barrio de la ciudad con prófugos de Curazao considerados libres al llegar a tierras corianas. Este González fue y ganó cierto litigio de tierras a favor de los negros con lo cual aumentó su prestigio; era hombre culto, que hablaba buen castellano, además de francés y su nativa lengua africana.

Para 1790 llegó a Coro el recaudador de rentas Juan Manuel Iturbe, <<el cual se empeñó en cobrar con el mayor rigor todas las contribuciones que ordenaba el derecho fiscal español, pero que en gran parte habían caído en desuetud en Coro>>. Iturbe cometió muchos atropellos, que exasperaron especialmente a las clases labradoras. De modo que esta situación, aunada a las nuevas libertarias importadas de las islas y oídas en las conversaciones de los señores, así como la natural enemiga a los amos, hicieron que hubiera un ambiente propicio para una revuelta.
Chirino se valió del nombre José Caridad González para ganar partidarios a su causa, que el 10 de mayo de 1795 se concreta en una revuelta armada desde una hacienda llamada Macanillas. Esa misma noche, unidos los negros y mulatos, encabezados por Chirino, se declaran alzados, proclamando la libertad de los esclavos y la supresión de las alcabalas. Los alzados matan al hacendado José Nicolás Martínez, saquean su casa y pasan a otros lugares con intención de invadir a Coro, como lo hacen en efecto bajo el mando de un Juan 


Cristóbal Acosta, pues Chirino se queda para organizar otro grupo.